El día 8 en Italia visitamos uno de los lugares a los que más ganas le teníamos: Cinque Terre. Cinque Terre es el nombre que se la da a 5 pueblos costeros que se caracterizan por sus coloridas casas, construidas en los acantilados frente al mar.
Hay varias formas de llegar a estos escarpados pueblos. Se puede ir en coche (poco recomendable), en tren, en ferry o incluso andando por un sendero que recorre todos los pueblos. Nosotros cogimos un ferry desde La Spezia que va recorriendo todos los pueblos y nos bajamos en el último, en Monterosso al Mare. De allí fuimos moviéndonos en tren para visitar el resto de pueblos. Creemos que es lo más recomendable porque desde el ferry tienes una magnífica panorámica de los pueblos desde el mar, y después lo más cómodo y rápido para moverse entre los pueblos es en tren. Os contamos todo lo que hicimos este día a continuación 🙂.
- CONTENIDO DEL ARTÍCULO
- La Spezia
- Viaje en Ferry
- Monterosso al Mare
- Vernazza
- Corniglia
- Manarola
- Riomaggiore
La Spezia, día 8 en Italia
Después de desayunar nos fuimos hacia el puerto de La Spezia para comprar el billete del ferry que nos llevaría a Cinque Terre. Hay varios precios según el destino y el tipo de billete. Puedes elegir un billete con el que te permiten subir y bajar todas las veces que quieres durante un día, o billetes individuales hacia algún destino concreto. Nosotros cogimos un billete solo de ida hacia Monterosso al Mare, que es el último pueblo de Cinque Terre. Como el ferry va haciendo paradas en todos los pueblos, nuestra idea era poder ver todos los pueblos desde el mar y después desde Monterosso al Mare coger el tren para ir viendo detenidamente el resto de pueblos.
Puedes consultar los horario y precios actualizados en la página web del consorcio marítimo de Cinque Terre. Puedes reservar el billete en la propia web o puedes reservar alguna excursión más especial desde La Sepzia como esta o algún tour desde Florencia como este.
Viaje en Ferry
El primer pueblo que nos llamó la atención desde el barco fue Porto Venere, que no es uno de los de Cinque Terre pero que también tiene sus destacadas casas de colores. Además de la fila de casas de colores, en este pueblo destaca la iglesia de San Pedro, muy reconocible desde el mar con sus rayas blancas y negras.
Posteriormente llegamos a Riomaggiore, el primero de los pueblos de Cinque Terre, muy bonito a pesar de que estaba el día nuboso por la mañana. Aquí no nos bajamos y el ferry continuó hacia el siguiente pueblo, que era Manarola, y así seguimos viendo todos los pueblos de Cinque Terre desde el mar. Es importante comentar que el único pueblo donde no hace parada el ferry es en Corniglia, porque está más elevado y no tiene puerto habilitado para estos ferris.
Finalmente llegamos a nuestro destino, el último pueblo de los de Cinque Terre, Monterosso al Mare. Creemos que fue un acierto hacer la ida en barco porque se ven los pueblos desde otra perspectiva que no vas a tener estando en el interior.
Monterosso al Mare
Después de casi dos horas de viaje en ferry, por fin pisamos tierra firme en Monterosso al Mare. Una vez bajamos del barco en el puerto, nos dirigimos a la cercana plaza Giuseppe Garibaldi. Es una plaza muy animada donde destaca la Iglesia de San Juan Bautista, del siglo XIII, con su alta torre del reloj. La entrada a la iglesia está por detrás, en la plaza Don Giovanni Minzoni. Os recomendamos entrar en su interior porque es muy bonita con el característico mármol negro y blanco de esta zona, y un destacado rosetón.
A continuación estuvimos recorriendo las estrechas y empinadas calles de Monterosso al Mare. Subimos por varias escaleras hasta llegar a la parte alta, donde están las mejores vistas del pueblo. Primero llegamos a la estatua de San Francisco de Asís, junto al Convento de los Frailes Capuchinos. Desde aquí hay unas bonitas vistas de la parte antigua de Monterosso al Mare y de una de sus playas.
Posteriormente continuamos andando hacia la parte oeste de Monterosso, donde se encuentra la estación de tren y una de las mejores playas de Cinque Terre, la playa de Fegina. Desde arriba vimos sus aguas turquesas y con el calor que hacía no nos resistimos a bajar y darnos un baño en esas aguas. Es una playa de piedras, por lo que no íbamos a tener problema para limpiarnos la arena. Así que pasamos un rato disfrutando de un refrescante baño y después nos fuimos a comer algo a uno de los restaurantes que hay cerca de la playa. Como la estación de tren está frente a la playa, después de comer cogimos el tren hacia el siguiente pueblo: Vernazza.
Vernazza, día 8 en Italia
Como en la mayoría de los pueblos de Cinque Terre lo primero que destaca al llegar, además de sus casas de colores, es su iglesia con su alta torre. En este caso, en Vernazza, se encuentra la iglesia de Santa Margherita di Antiochia, del siglo XIV. Frente a la iglesia hay una pequeña playa y en la zona más elevada del pueblo hay otro edificio destacado, el Convento de San Francisco.
Estuvimos recorriendo la parte baja de Vernazza y después fuimos subiendo hacia la parte alta. Por detrás de la iglesia de Santa Margherita di Antiochia salen unas escaleras que dan a un sendero por el llegamos a un mirador con unas vistas increíbles de Vernazza. Seguramente aquí conseguimos una de las mejores fotos de Cinque Terre. Al final del artículo os dejamos el punto exacto en el mapa 📸. Además desde este mirador se puede ver otra de las edificaciones importantes de Vernazza, la Torre del Castillo Doria, construida alrededor del año 1000 sobre una colina situada en una pequeña península rodeada de agua.
Tras la sudada de la subida, volvimos a bajar hacia el pueblo y nos tomamos un mojito en la zona del puerto para refrescarnos 🍹. Cuando acabamos nos fuimos a la estación y cogimos el próximo a tren hacia Corniglia.
Corniglia, día 8 en Italia
Llegamos a la estación de Corniglia, que está a nivel del mar. Como el núcleo urbano está situado a bastante más altura tuvimos que subir la famosa Escalinata Lardarina, que tiene unos 400 escalones de ladrillo rojo que te llevan desde la estación hasta la parte alta de Corniglia. Si no estás en forma también hay un autobús que te sube hasta arriba por una carretera.
Al ser un pueblo que está en lo alto de un acantilado, las vistas al mar desde aquí son espectaculares. Después de pasar por el Oratorio dei Disciplinati di Santa Caterina, nos acercamos hasta un mirador desde incluso se podía divisar Manarola a lo lejos. A continuación nos dimos una vuelta por el pueblo y llegamos hasta la Via Stazione, desde donde conseguiréis una de las mejores fotos de Corniglia en una de sus curvas. La típica foto con sus casas de colores.
Después de hacer la foto de rigor volvimos a bajar hasta la estación de tren y nos fuimos hasta el siguiente pueblo, el cuarto del día, Manarola.
Manarola, día 8 en Italia
La estación de Manarola también está a nivel del mar, pero en este caso no hay que subir tanto para llegar al núcleo urbano del pueblo. Hay un túnel peatonal habilitado que te lleva desde la estación hasta el centro de Manarola, que en este caso no está tan elevado como Corniglia.
Tras ver un poco el centro del pueblo, decidimos subir por la Via Antonio Discovolo hasta la altura de la iglesia de San Lorenzo, cuya torre campanario destaca por encima de todas las edificaciones de Manarola. A esta altura, a mano izquierda sale un sendero que asciende por una colina donde sabíamos que había una de las mejores vistas de Manarola. Así que subimos por el sendero de tierra hasta llegar a la parte alta. El esfuerzo, sin duda, mereció la pena porque desde aquí hay unas vistas espectaculares de Manarola, con sus casas de colores y el mar entrando hacia el pueblo. Muy bonito 😍.
Posteriormente bajamos a la zona del puerto, donde hay mucho ambiente y nos tomamos un helado antes de continuar nuestro camino hacia Riomaggiore.
Riomaggiore, día 8 en Italia
Llegamos a la estación de tren de Riomaggiore, el último de los cinco pueblos de Cinque Terre. Este pueblo tiene sus casas literalmente encajadas en el acantilado y desde el mismo centro del pueblo, en la zona del puerto, las vistas de sus casas son increíbles. Tuvimos suerte de contar con la preciosa luz del atardecer y pudimos hacer bonitas fotos de sus casas de colores junto al mar.
Estuvimos recorriendo un poco el pueblo y antes de que se hiciera de noche volvimos a la estación de tren para volver a La Spezia. Nos duchamos y salimos a cenar un plato de calamares y una pizza por el centro de La Spezia. Con esto pusimos el broche final a un emocionante día visitando una zona muy interesante de Italia.
Mapa del día 8 en Italia
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